miércoles, 14 de septiembre de 2011

La nueva Era



Estoy muy contenta। En cualquier debate que se precie en nuestro mundo occidentalizado, la menstruación es un sufrimiento, una enfermedad, una condena, algo imparable, impredecible, cansado y del que, estoy segura que todas nos hemos quejado y renegado en algún momento। Sin embargo, hoy de nuevo, tras tres años sin ella, ha vuelto a mi, y me siento por ello, de nuevo, Mujer, no madre, no amante, no femenina, sino Mujer con mayusculas. Es como si de alguna manera mi cuerpo volviese a ser mio y mis ciclos me recuerdan mis más intimas necesidades. Es el comienzo de un viaje hacia la conquista de mi misma, navegando en mi reflejo, en el espejo, donde podré volver a reconocerme, con mis virtudes, mis defectos, mis necesidades más intimas y mis deseos más personales. La biologia, la quimica de las hormonas, esta vez a mi disposición, unicamente obedeciendo al crecimiento de la Mujer madura en que me he convertido.


Asi que, ¿por qué no? Hoy estoy contenta, vuelvo a comulgar con la naturaleza y a transformarme en licantropa para acompañar a la luna y a las mareas en sus ciclos, como una cuenta atrás, que en algún momento volvera a detenerse, esta vez, para siempre.